martes, 30 de junio de 2015

El Dalí auténtico viaja a China


"China es un gran reto y por eso no hemos venido hasta estar bien preparados. Ahora es el momento”. Después de haber dedicado tres años a preparar su desembarco en Shanghái, Juan Manuel Sevillano, director de la Fundación Gala-Salvador Dalí, presentó la exposiciónDalí y los medios, que se inaugurará en noviembre en el centro comercial K11. "Es el primer paso del plan a largo plazo que hemos diseñado para acercar la figura y la obra de Dalí a China". No en vano, la fundación prepara una batería de actividades que incluyen la colaboración con universidades y editoriales locales, conferencias, e incluso la organización de cursos en mandarín. "Al fin y al cabo, a pesar de que no ha sido muy estudiado en China, creemos que Dalí incluso ha tenido influencia en la excentricidad de los artistas contemporáneos de este país", según Sevillano.
De momento, la primera exposición "no pretende abarcar todas las facetas de Dalí, sino explorar su relación con los medios de comunicación de masas, ya que fue el primer artista que supo ver su fuerza y colaboró con ellos". Por eso, en la muestra se exhibirán 12 grandes obras del artista, entre las que destaca el cuadro Nariz de Napoleón transformada en mujer encinta paseando su sombra melancólica entre ruinas originales, y una amplia selección de revistas y de periódicos en los que Dalí fue protagonista o participó de alguna forma: desde la primera portada que le dedicó Time hasta la que diseñó para Vogue. La exposición concluirá con diversos montajes audiovisuales sobre el trabajo del creador de Figueres en la televisión y el cine.
No es la primera vez que Dalí aterriza en China, pero Sevillano asegura que se trata de la muestra más completa que ha viajado hasta el gigante asiático. Y recalca que en la de su fundación se verán obras auténticas, en alusión al conflicto que ha estallado con otra exposición, Crazy Dalí, prevista para fechas similares a un par de kilómetros de distancia. "El problema de los derechos de propiedad intelectual es una asignatura pendiente aquí. Existen muchísimos actores en el mercado, con mayor o menor legitimidad, que hacen en muchos casos un uso excesivo de los supuestos derechos que ostentan para hacer ediciones o reproducciones. En un país como China, donde existe todavía un cierto despiste sobre lo que es auténtico y lo que es falso, han ocupado un espacio excesivo que no les corresponde", contó Sevillano. No en vano, en la presentación estuvo un equipo de abogados contratado por la fundación para evitar problemas con la propiedad intelectual. "Tenemos que explicar bien los conceptos de autenticidad y de legitimidad, pero lo que está claro es que en China tenemos que estar".
Sevillano, que ya organizó una exposición sobre Dalí en Shanghái hace 14 años, resalta el desarrollo positivo que ha tenido China. "En 2001 entramos en un mundo en el que teníamos muy pocas referencias. Funcionó, pero el respiro de alivio cuando todo estuvo de vuelta en casa fue tremendo", recuerda. "Ahora la forma de trabajar aquí es mucho más homologable, utilizamos los mismos planteamientos e incluso las mismas empresas proveedoras de seguridad, de seguros o de transporte, y trabajamos con un equipo joven pero experimentado y en instalaciones de primer orden". Y, sin duda, el chino es un mercado muy goloso. De hecho, además de los 120 yuanes (18 euros) que costará la entrada, la fundación espera hacer buen negocio con la mercadotecnia.
También importa el turismo: "Siempre tratamos de que haya una cierta promoción del triángulo daliniano —Figueres, Cadaqués, Púbol—. Tenemos que hacer un esfuerzo de promoción para generar importantes volúmenes de visitantes en ciudades pequeñas como Figueres, así que aprovechamos cualquier oportunidad". Por eso, en las próximas semanas, los responsables de la exposición discutirán con Turespaña y con la Agencia de Turismo de Cataluña cómo pueden convertir el surrealismo de Dalí en un imán para promocionar viajes culturales a España.

lunes, 29 de junio de 2015

Winner of the Photography Catalogue of the Year: The Production Line of Happiness and Printed in Germany

Winner of the Photography Catalogue of the Year: The Production Line of Happiness and Printed in Germany from Paris Photo on Vimeo.

Christopher Williams: The Production Line of Happiness
Edited by Mark Godfrey, Roxana Marcoci, and Matthew S. Witkovsky
Publisher: Art Institute of Chicago, Chicago, 2014
Designed by Petra Hollenbach
and
Christopher Williams: Printed in Germany
Publisher: Walther König, Cologne, 2014
Designed by TK

Two perfectly matched, separately published volumes by Christopher Williams successfully meld artist book and exhibition catalogue. The Production Line of Happiness, which accompanied an exhibition at the Art Institute of Chicago and Museum of Modern Art, contains relatively few photographs. But it does include a collection of curatorial statements, excerpted writing from select influences, old press releases, footnotes, and a smattering of didactic, instruction-manual-style texts, including a list of “basic rules for the design of a catalogue,” a definition of the barcode, and colophon and usage guides for each of the co-publisher’s logos. The second volume, Printed in Germany, is a thick book filled with a slew of blank pages and images pushed into the gutter, bled around pages, or repeated, with nary a stitch of text save for the words “Printed in Germany” on the back page. Both are scaled to the same trim size, come in multiple colors, are based on the same system and format, and offer interlocking systems for viewing the work. “This is a maddening, compulsive set of books,” comments Lesley Martin, “obsessive and self-conscious, perfectly in keeping with the material-obsessed nature of Williams’s work and the opaque but beguiling experience of the exhibition itself".

More about the Paris Photo- Aperture Foundation Photobook Awards > po.st/pba14

domingo, 28 de junio de 2015

Carl Andre Escultura como lugar, 1958-2010


5 mayo - 12 octubre, 2015 Palacio de Velázquez. Parque del Retiro
 
6 mayo - 28 septiembre, 2015 Edificio Sabatini, Planta 3
Carl Andre. Escultura como lugar, 1958-2010 ofrece un estudio en profundidad de un periodo crucial del arte contemporáneo, a través de la obra de Carl Andre (Quincy, Massachusetts, 1935), un artista cuyo trabajo puede inscribirse en las categorías de minimalismo, land art y arte conceptual y que presenta las preocupaciones formales de su época, como es la apropiación, lo inalterado, la estandarización de los materiales industriales, el uso de formas geométricas desnudas o la introducción del concepto de site-specific.

La exposición cuenta con alrededor de 200 esculturas y trabajos en papel realizados en los últimos 50 años, abarcando desde sus obras más influyentes realizadas con planchas metálicas, palancas, cintas y pendientes, hasta ejemplos más singulares de su práctica artística, que ayudan a comprender la evolución de su concepción progresiva de “escultura como forma, escultura como estructura, escultura como lugar”. Además de esta amplia selección de obras escultóricas, la exposición aborda el rol crucial del lenguaje en la práctica artística de Andre mediante un abundante número de series de poesía visual y concreta, collages textuales y obras en papel escritas entre 1958 y 1972. Por último, la exposición reunirá, por primera vez en 20 años, un grupo excepcional de objetos titulados Dada Forgeries, que manifiestan su jocosa relación con los ready-made de Duchamp.

El Velador de Natalia Almada (extracto3 con subtítulos en inglés)

sábado, 27 de junio de 2015

¿Entiende alguien el arte contemporáneo?


Una red de pesca cuelga del techo y en su interior hay una serie de envases de refresco vacíos. Es todo. Pero está expuesta dentro de un museo, por lo tanto, esta obra... ¿es arte? Una pregunta que, a pesar de su escasa novedad, no tiene una respuesta clara, o por lo menos eso muestra el mexicano Pablo Jato en su documental El Espejo del Arte. A través de entrevistas a los protagonistas de este mundo de cuatro países diferentes como galeristas, directores de museos, curadores, coleccionistas y artistas, Jato critica la falta de consenso en los conceptos básicos. Sin embargo, con más o menos palabras todos coinciden en la respuesta a la pregunta “¿qué es el arte para las galerías?”: un negocio, un mercado.
A la crítica de arte mexicana, Avelina Lésper, una de las que más fuerte juzga y cuestiona el arte contemporáneo, no le tiembla la voz cuando en el documental afirma: “El mercado está acabando con todo, por qué no iba a acabar con el arte y la inteligencia humana”. Para ella la mayoría de los artistas actuales son falsos, incluido el millonario y famoso Damien Hirst quien logró vender un borrego inmerso en una vitrina con formol por un poco menos de 15 millones de dólares. El director, fundador de la productora Embrujo Films, no busca dar una respuesta, sino dejar abierto el debate. “El objetivo es parecido al del artista francés Marcel Duchamp: no tienes por qué venerar el arte solo porque alguien te dice que eso es arte”. Los propios entrevistados entran en un laberinto de contradicciones cuando buscan justificar por qué dos motos ensimismadas son arte contemporáneo, o por qué un carrito del mercado con tierra vale 18.000 dólares. A pesar de que el documental no ofrece una solución clara, sí revela una conclusión: “La cultura está amenazada por el mercado”. En 2014 el arte movió 57.000 millones de dólares. Y ahí surgen otras preguntas. ¿Hay mafia en el arte? ¿Se puede inventar un artista para ganar dinero? ¿Entiende alguien el arte contemporáneo? ¿Vivimos una crisis de creatividad?
—Pero, ¿por qué una persona compraría una lata de sardinas como inversión? En Arco, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, Jato quiso preguntarle a los propios artistas por la definición de arte y la razón por la que su obra era parte de ese concepto. “Las respuestas nos sorprendieron tanto y nos dejaron con la misma duda que decidimos grabar un documental”, cuenta el director. Algunos defienden el arte como un reflejo de la sociedad, pero para Jato una caja de zapatos vacía no refleja el hartazgo, las manifestaciones, ni la crisis económica actual. “La pregunta continúa abierta, y mientras siga así el mercado se aprovecha”.
—Ese es el tema, cuando inviertes quieres recuperar tu dinero entonces mi lata en la que me gasté un millón, la subasto, la meto en galerías, exposiciones... y su valor aumenta.
El largometraje fue presentado en 2013 en el museo Soumaya, del magnate Carlos Slim. Después, no fue aceptado en ningún festival ni casas de arte hasta el mes pasado que la Cineteca Nacional de México decidió presentarlo durante dos meses. La razón de esta desaprobación no está clara. “Cada día te rechazan de miles de festivales, lo raro fue que en tres ocasiones nos mandaron una carta con explicaciones absurdas como que no pudieron abrir la cinta. Eso nunca pasa”, cuenta el director. El documental, que ha sido aplaudido por el público que ha ido a la Cineteca, será ahora entregado de manera gratuita a cualquier centro cultural o educativo que lo quiera proyectar. Hasta ahora el director ha recibido un centenar de solicitudes de universidades mexicanas y extranjeras. 
Al final de la entrevista Jato suelta una reflexión dirigido a aquellos que defienden que el arte contemporáneo necesita un discurso previo para ser comprendido: “Yo creo que hoy en día existe una imposibilidad terrible de crear arte que llegue al corazón o a los sentidos y como no consigue tocar el alma, entonces se dirige a la cabeza y la cabeza se lo vende al corazón”.

viernes, 26 de junio de 2015

Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti aterrizan en México





El Museo del Palacio de Bellas Artes de México se ha propuesto batir récords. Y para ello, no se conforma con un representante clave del Renacimiento, sino con dos de los más importantes de la historia del arte universal. Por primera vez en el país se van a presentar algunas de las obras de Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci. Y los dos al mismo tiempo, aunque en salas distintas.
Las muestras Miguel Ángel Buonarroti. Un artista entre dos mundos y Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza, que estaránabiertas al público desde el 26 de junio, recogerán obras originales de los artistas, vinculándolos con su legado en la Nueva España y el México independiente.
Los mexicanos podrán contemplar piezas que, en ocasiones, ni siquiera están disponibles para los visitantes en sus lugares de origen, ya que no se exponen "por razones de conservación", indicó en rueda de prensa el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa.
El arte italiano está de moda en México. Tras el enorme éxito que tuvo la exposición de hace unos meses Leonardo, Rafael, Caravaggio: Una muestra imposible, con más de 200.000 asistentes que acudieron a ver reproducciones digitales de dichos artistas, el museo espera romper las estadísticas con esta en la que las muestras son originales.
Una de las más esperadas es la del estudio para el ángel de La virgen de las rocas, boceto con el que Da Vinci trabajó los rasgos de uno de los personajes que más adelante plasmaría en los cuadros hospedados en el Louvre de París y en la National Gallery londinense. "El estudio del rostro del ángel de la Virgen de las Rocas, por muchos, es considerado el dibujo más bello del mundo, no solo de Leonardo, sino absolutamente el dibujo más bonito que existe", apuntó el comisario de la muestra Giovanni Saccani, y añadió: "El retrato es el símbolo de la biblioteca Real de Turín y es sumamente difícil que salga de allí".
Por otra parte, la exposición dedicada a Miguel Ángel (1475-1564) reúne dibujos, óleos, documentos y bocetos que empleó para las pinturas de la Capilla Sixtina y esculturas como el Cristo Giustiniani, una obra en la que el artista dejó de trabajar por un defecto del mármol y que, se dice, terminó Bernini. Además, se mostrará el David-Apollo y una réplica de La Piedad, que se encuentra en el Vaticano.Otra muestra importante de esta colección es El códice del vuelo de las aves, considerado el primer estudio científico del vuelo.
Además de las 30 obras extraídas entre la producción de Buonarroti, estarán presentes otras 45 que denotan su influencia en México. Los comisarios insisten en que no tratarán al arte mexicano como "subsidiario", sino que han puesto todo su empeño en valorarlo por sí mismo.
Francesco Buranelli, exdirector de los Museos Vaticanos —que es, junto con Luis Javier Cuesta, uno de los curadores de la muestra— dijo que la exposición es importante porque presenta "el momento cultural más importante que ha vivido Italia, a través de los artistas más famosos del Renacimiento".
La muestra de Da Vinci cerrará sus puertas el 23 de agosto, mientras que la de Miguel Ángel hará lo propio un mes más tarde, el 27 de septiembre.

martes, 23 de junio de 2015

Martí Manen: "Dalí es un artista que hemos dejado perder"

Art Basel, destino de los coleccionistas más ricos





Art Basel (la exclusiva feria de arte que desde hace 45 años se celebra en Basilea), que arranca hoy para los profesionales,  se puede analizar como una fiesta del arte o una orgía del dinero. Este año en las paredes de los 320 estands que dibujan el certamen cuelga obra valorada en 3.000 millones de dólares (unos 2.600 millones de euros). Si el mundo, las finanzas y la vida fueran un lugar justo las galerías que acuden a tierras suizas se repartirían más de ocho millones de euros por cabeza. Pero este cálculo es, desde luego, falso. Cada una afrontará su propio destino. Su suerte dependerá de la calidad de las obras que lleven y de los coleccionistas que logren atraer.
En principio, la mayoría de las galerías plantean una estrategia similar y reservan durante todo el año muchas de sus mejores piezas para la feria. Obras potentes, rotundas pero, sobre todo, caras. Esta propuesta provoca que sufra el coleccionismo de clase media (por escribirlo así) y sean los grandes privilegiados del dinero los que de verdad dominen las compras. Resulta paradójico que incluso en un lugar como este se sienta la inequidad del mundo.
Y en esa visión aumenta el peso del arte moderno y de postguerra frente a la avalancha de lo contemporáneo. Los coleccionistas de maestros clásicos crecen, quizá, por los excelentes resultados este año en subasta para PicassoGiacometti y compañía. Suelen ser rusos, árabes y estadounidenses que no tiemblan ante las grandes cifras y cuya presencia transita más en silencio que cuando acuden Brad PittLeonardo DiCaprio.Porque todo el sistema está pensado para atraer en principio a coleccionistas con grandes recursos. Tampoco hay muchas más opciones. Si un estand puede costar más de 70.000 euros resulta imposible que una galería lo amortice con obra muy asequible. Muchas de las 90.000 personas que visiten la feria esta semana se irán, una vez más, con las manos vacías aunque, quizá, con la mirada llena.
Pero incluso en este mundo del arte, lo vano y el dinero, Art Basel también atrae a un coleccionista serio, comprometido, ajeno a la especulación y el mercado que entiende el oficio de coleccionar como el de vivir: un compromiso con su tiempo, la creación y los artistas. ¿A quién le extraña? Los coleccionistas siempre han sido un pequeño zoo de cristal. 

lunes, 22 de junio de 2015

Louise Bourgeois, la mujer animal en el Museo Picasso-Málaga






No se nos muestra así en las fotografías, pero yo imagino a Louise Bourgeois con los brazos delgadísimos, largos para alcanzarlo todo, con esa fuerza sutil al borde de quebrarse y resistiendo sin embargo. Marcaron la obra de Bourgeois –curiosa y reflexiva, ambiciosa y artesana– esos contrastes: los materiales potentes con los que simbolizar la intemperie y, al revés, la fragilidad que merece cuidado y que merece –por lo que cuenta– temor.
Bourgeois fue pionera en la revisión del arte político desde el feminismo, y en la decisión orgullosa de trabajar desde el lugar de la mujer, con el pasado de la mujer a cuestas, sin olvidar los tiempos que esperaban. Yo imagino a Louise Bourgeois con los brazos delgados y largos y robustos y cansados, con los brazos como vulnerables patas de araña; yo imagino a Louise Bourgeois como la araña sobre la que trabajó.
La araña en el idioma de Bourgeois se llama madre, y la araña teje y desteje en nuestro imaginario, y arma la historia –la historia de todos– con su doble movimiento: su labor nos protege, pero también nos caza y nos destruye. El gesto de la araña equivale al gesto de la creación –siempre el origen–, al de la labor minuciosa y atenta –siempre la mirada–, y Louise Bourgeois cede al animal todo el poder, toda la palabra: lo cede a un animal pleno de carga femenina. Nada de inocencia y nada de ingenuidad en sus decisiones: Bourgeois buscaba el recoveco, la palabra amplia para la imagen suya.
Aunque la araña de Bourgeois surge al final de su carrera, resume –icónica, simbólica– todo cuanto le obsesionó: siempre quienes nos habitaron antes, siempre el origen y además el recuerdo, siempre la voz radicalmente femenina. Entre el hombre y la mujer que es la araña, entre el padre y la madre que es la araña, ocurriendo así en su arte y en su vida –la profesión de los padres, el conflicto con él y la intimidad con ella–, Bourgeois establece una grieta, fija un espacio blanco, vacío y que distancia, y que nos recuerda al espacio mismo –por ejemplo– de sus Celdas.

Círculo de dolor

Las decisiones creativas de Louise Bourgeois rebosan conciencia y memoria. Bourgeois crea como hija, como esposa y como madre, desde ese lugar impuesto aunque asumido, y se plantea en cada una de sus piezas qué rol se le impone y qué papel cumple. Las marcas de la educación, inevitables, Louise Bourgeois las acata en un principio, más tarde las subvierte: su obra nos habla sobre ser lo que tenemos que ser, pero de otra manera.
No se entiende el trabajo de Louise Bourgeois sin su poderosísima carga autobiográfica, sin las experiencias ni las circunstancias que la acompañaron, pero tampoco se entiende sin su compromiso: sin su voluntad de producir un discurso y provocar la reflexión en el espectador, sin esa voluntad más concreta de mostrar el cuerpo como espacio prioritario para la política. El cuerpo cuya forma se aleja del canon, el cuerpo que propone otra belleza, el cuerpo que molesta y que incomoda... En esos márgenes crece la obra de Louise Bourgeois.
Bourgeois se empeñó en afrontar la tensión entre lo que no se evita y lo que se escoge: se aleja de la confesión y de la catarsis, y reutiliza el material sensible propio para transformarlo en proceso común. Si lo personal es político, defenderían las feministas en un tiempo en el que Louise Bourgeois luchaba desde décadas antes, nuestro cuerpo es el primer elemento –el más evidente y visible, casi el único propio– que aportamos a la guerra. ¿Con qué armas? Bourgeois trabajó con el cuerpo, y aquí el cuerpo suena a motor y a inspiración, y al mismo tiempo se emplea como herramienta: explica su salto inicial de la pintura a la escultura, explica sus incursiones en la performance y en la intervención, lo explica la necesidad de trabajar con la materia, esa cualidad física que empapa su obra sobre papel y sobre tela.
La obra de Louise Bourgeois existe y se impone, se palpa, precisa de nuestra reacción. La trufan naturalezas como cuerpos, cuerpos que se deforman, rostros en los que la forma humana se desdibuja y la identidad se diluye, vendajes no sabemos si para sanar la herida o para esconderla: la intención la decidimos nosotros. «Soy el centro / De un círculo de dolor / Que excede sus límites en todas direcciones», escribió Mina Loy, otra mujer libre. Desde ese lugar, el del núcleo terrible, creó Louise Bourgeois.

Bourgeois y Picasso, un amor imposible

jueves, 18 de junio de 2015

Anish Kapoor réagit au vandalisme de son œuvre polémique




«Quelle tragédie! Quelle tristesse!», nous répond simplementAnish Kapoor, l'artiste invité de Versailles cet été. La paix armée aura duré bien peu de temps après la violente polémique qui est née autour de ses œuvres révolutionnaires, avant même leur inauguration officielle du 7 juin. L'artiste anglo-indien, né en 1954 à Mumbaï, figure de la scène britannique depuis les années 1970, nous répond à minuit, à peine de retour de la foire d'Art Basel, enfin au calme de son domicile londonien. Pas de colère éclatante à la française pour dénoncer le vandalisme mercredi matin de son installation monumentaleDirty Corner, posée après des semaines d'exploits logistiques sur le Tapis Vert de Le Nôtre. Un sang-froid désolé et un abime de réflexions. «Il faut remettre cela dans une certaine perspective. Si cet acte de vandalisme dit quelque chose, cela parle plus d'une certaine intolérance qui apparaît en France que d'art quel qu'il soit. Le problème me semble plus politique qu'autre chose, il renvoie à une fraction que l'on me dit très minoritaire pour laquelle tout acte créatif est une mise en danger d'un passé sacralisé à l'extrême pour des desseins qui n'ont rien d'artistique. J'espère qu'il ne s'agit que d'un groupuscule dont la voix recouvre celle de la plupart des autres. Je trouve ce phénomène de nuisance triste».
La faute d'un étranger, un intrus au cœur du domaine royal de la France? «Je ne crois pas qu'il s'agisse d'un acte raciste. Je suis un étranger en France, c'est sûr, mais je le suis aussi au Royaume-Uni», répond sir Anish Kapoor, anobli par la reine Elizabeth II en 2013. «Je pense qu'au moins 8% à 10% des Français ne sont pas des Français de souche. Ils viennent du monde entier. Comme les artistes qui apportent avec eux leurs questions, leurs formes, leurs métaphores, leur langage. Je ne peux pas juger de leurs sentiments à tous. Mais je note un certain malaise dans ce pays que j'adore, dont j'aime le patrimoine et la langue. Ce malaise est venu punir un objet, un pur objet, qui n'a pas la parole pour se défendre. C'est d'ailleurs l'aspect positif de cette histoire violente et négative: ce vandalisme aveugle prouve le pouvoir de l'art qui intrigue, dérange, fait bouger des limites. Si on avait voulu souligner sa portée symbolique, voilà qui est fait comme jamais auparavant. Je n'aime pas le mot métaphysique, mais il y a plus de pouvoir dans une œuvre d'art que ce que l'on peut voir. La chose positive de cette agression est qu'elle met en évidence la force créative d'un objet inanimé».Crime de lèse-majesté? «Je n'ai jamais employé les mots d'où est née la polémique», nous répète Anish Kapoor. «Je n'ai jamais dit «La Reine», j'ai évoqué «Her» ou «She» pour désigner une forme qui pourrait être féminine, allongée sur le gazon, comme une reine égyptienne ou une sphynge. Le fait de baptiser Dirty Corner d'un vulgaire Vagin de la Reine est une façon de rabaisser mon travail, de mettre l'art au niveau des injures, de salir mon œuvre et de l'associer par des mots offensants à un rejet facile et immédiat. Ce ne sont pas mes mots, ce n'est d'ailleurs pas ma façon de penser, je m'en suis expliqué encore et encore, notamment lors de la Conférence de presse le 5 juin au Château de Versailles devant une salle pleine (zéro scandale, seulement deux questions: une directe du quotidien anglais The Independent sur l'origine de l'expression en cause, une autre, pondérée, du quotidien français La Croix sur la volonté ou non de provoquer, NDLR). «Je ne cherche pas la provocation. Je refuse donc catégoriquement que l'on associe Dirty Corner à l'œuvre de l'artiste américain Paul McCarthy , sexuellement explicite et revendiquée comme telle (Tree, défini selon l'artiste lui-même comme un «buttplug» géant, gonflable et vert sapin, installé Place Vendôme pendant la dernière Fiac, vandalisé et démonté aussitôt, NDLR). Cette association de deux mondes qui n'ont rien à voir est absurde, ridicule et malveillante. C'est faire de la pauvre psychologie que de nous marier par le scandale».
Quel avenir demain pour ce Dirty Corner» qu'il a fallu installer avec une logistique énorme? «Les dégâts sont importants. On sait seulement que les vandales sont venus très tôt mercredi matin avec d'importantes quantités de peinture. Il y a des caméras partout à Versailles. J'espère qu'ils seront identifiés», nous répond Anish Kapoor, sans aucune démesure. «Oter la peinture jaune de l'acier Corten impliquerait forcément d'ôter la patine qui donne sa couleur rouille à Dirty Corner. C'est donc impossible in situ. Je ne sais pas si je dois la démonter ou la laisser en l'état, je vais y réfléchir. Il y a bien longtemps à Documenta (la grand-messe de l'art contemporain qui se réunit tous les 7 ans à Kassel, au cœur de l'Allemagne, NDLR), une œuvre de Joseph Beuys - des roches empilées - avaient été vandalisées, peintes en rose, certaines avec des graffitis de lapins. Beuys a retourné cette agression en utilisant ce graffiti de lapin dans d'autres œuvres postérieures. C'est l'énergie même de l'art que de chercher une solution».

miércoles, 17 de junio de 2015

Eye on Art: Jeff Koons "Gazing Ball" at David Zwirner

DANIEL BUREN / BIENAL DE LA HABANA

1 hora · 
HORS LES MURS / OUTDOOR
22 Mai - 22 Juin 2015
May 22nd - June 22nd 2015
La Habana, Cuba
12 Bienal de La Habana
Daniel Buren
Photos-souvenirs : Promenade à La Havane, travaux in situ, Biennale d'art contemporain, La Havane, mai 2015. Détails
© DB-ADAGP Paris
Photos-souvenirs : En voiture! Attention au départ!, travaux in situ, Biennale d'art contemporain, station Casablanca, La Havane, mai 2015. Détails
© DB-ADAGP Paris

martes, 16 de junio de 2015

Txomin Badiola: “La cultura tiene una función social urgente: crear ciudadanos despiertos”





Bilbao, calle Irala, tostas a un euro, casas grises, casas rojas, aceras con las tripas fuera y una cortina de lluvia al fondo. En el barrio, la primavera parece un otoño manso. Paraguas urgentes que desembocan a espaldas del coso de Vista Alegre, carnicerías, bancos y talleres estrechos, en el número 4 está Luci-Arte y en el 2 un escaparate gris que encubre quilates de talento. Dentro reposan silentes las maquetas de Pello Irazu y de Txomin Badiola, artistas que comparten estudio. Tras 35 años de carrera, Badiola (apellido de salitre) se enfrenta ahora a su pasado con motivo de la retrospectiva que prepara para el Museo Reina Sofía de Madrid, que se inaugurará en 2016. Además, le acaban de conceder el premio Gure Artea 2015 a la trayectoria artística. “Nunca viene mal una palmadita en la espalda”, dice con un barniz de ironía.
¿Cómo recibe un artista como usted, nada autocomplaciente, un galardón como este?
-Me lo tomo como una especie de reconocimiento a mi carrera, como algo positivo.
Lo digo porque en la cultura siempre ha habido cierto reparo a que las instituciones fagociten aquello que patrocinan.
-El peligro ya no es ese. Para los artistas creo que el arte ha dejado de ser un instrumento político, aunque siempre cumple un papel político, claro. Ahora, los artistas no somos nadie, no influimos en nada.
Pero las cifras de los museos son notables, la fotografía se ha democratizado…
-Se ha producido una especie de popularización de la cultura. Esta masificación de la estrategia cultural dentro de otras estrategias más grandes (económica, turística…) hace que podamos interpretar que hay una aproximación mayor de la gente a los temas del arte, pero de ahí a pensar que esas personas crean que el arte les puede servir como herramienta en la vida cotidiana...
Es la ceremonia de la confusión.
-Y por eso la cultura es más necesaria que nunca. Tiene una función social urgente: crear ciudadanos despiertos y atentos a la realidad.
Eso puede resultar obsesivo.
-El arte es una herramienta de doble filo: proporciona muchos placeres y al mismo tiempo exige estar despierto. El arte exige preguntarse, y eso puede llevarnos a una situación incómoda, pero también nos ayuda a mirar la realidad de otra forma, a sospechar de ella.
Uno empieza a crear para cuestionarse una serie de cosas, ¿no?
-Casi siempre hay alguna experiencia, en la niñez o en la juventud, que uno siente como una especie de fractura entre uno mismo y el mundo. De pronto te das cuenta de que el mundo no está hecho a favor tuyo y de que vas a tener que hacer algo para ponerlo a tu favor. Yo empecé a sentir ese tipo de cosas porque me puse a pintar, cosa que nadie hacía en mi familia. Como decía Oteiza, el arte es ese lugar donde te proteges de la realidad, haciendo tus propias maniobras, al menos al principio.
Una herramienta para el cambio y para la resistencia.
-Cada vez que tú haces algo con respecto a la realidad, también cambias tú, cambia tu subjetividad. El producto del arte es el ser, como también decía Oteiza. Es decir, existe una herramienta para la singularidad de las personas, y el arte no es solo para los que deciden dedicarse a esto, sino para todo el mundo. Pero hoy en día se utiliza poco en ese sentido; la cultura se ha convertido en un bien de consumo.
Parece que lo que no se entiende no se publicita o no se vende.
-El planteamiento de que el arte debe ser entendido es erróneo. Comunicarse significa poner en contacto a dos o varios entes, pero no hay que confundir comunicación con información. El arte no está destinado a proporcionar información, al menos no es esa su función principal. Cuando alguien te informa, te está dando órdenes; en el arte nadie intenta darte órdenes, solo se intenta establecer una comunicación. El arte tiene esa dimensión: la persona que contempla es tan creadora como quien hace la pieza, o debería serlo.
¿Hablamos de obras inacabadas?
-Una obra de arte es una cosa inacabada, y eso significa que no se cierra sobre un significado, es decir, no hay nada que entender. La obra de arte está viva y te interpela. Los artistas de nuestra época lo reivindicamos porque hay una dimensión política ahí: se exige que el espectador sea activo y se supone que esa experiencia le debe servir luego para poder aplicarla en su vida.
Pero no parece tan eficaz como la política.
-Es otro tipo de intervención, no tan inmediata. Con el arte se buscan microcambios: cambia una persona que a su vez trata de cambiar su entorno... Por eso se dice que si yo cambio, todo cambia.
Usted tuvo mucha relación con Oteiza. Ahora, ¿qué queda de Oteiza en usted? ¿Ha tenido que ‘matar al padre’ o no ha hecho falta?
-Mi relación con Oteiza no ha sido nunca edípica. Se simplifican las relaciones entre generaciones en términos psicoanalíticos, pero en el mundo del arte yo entiendo las relaciones como una colaboración en confrontación, es decir, una colaboración crítica. De hecho, uno de los problemas que tuvo Oteiza es que no tuvo interlocutores.
Nadie se atrevía a cuestionarle.
-En parte. Y le hubiera venido bien. Le conocí en el 78 y era un personaje que te sobrepasaba, pero yo ya estaba metido en el mundo del arte y tenía mis propias ambiciones; me di cuenta de que la relación con un personaje de esa categoría o se hacía productiva o iba a ser destructiva.
Y resultó productiva.
-Sí. Oteiza era bruto en el trato con la gente joven. Tenía dos registros: el todo maravilloso, que lo aplicaba a la gente que no respetaba; y la actitud que tenía con los artistas, por ejemplo, con nuestro grupo de la Nueva Escultura Vasca. Nos provocaba, nos decía que el arte se había acabado, etc... Pero nosotros repensábamos todo lo que nos decía desde nuestra propia problemática. Y creo que esa fue la salvación de mi generación, al menos la mía sí. Así decidí hacer la exposición de Oteiza que nadie había hecho, o, mejor dicho, la que nunca se había dejado hacer. Resumiendo, tu pregunta de matar al padre creo que debería de plantearse en otros términos; es decir, nosotros no hemos vivido a Oteiza como un peso sobre nuestras espaldas, y, sin embargo, habría que pensar si Oteiza vivió con preocupación el hecho de que la interpretación que le devolvió el éxito fuera la de otros, la de una generación nueva.
A él le gustaba hablar de su proceso creativo. ¿A usted?
-Es fundamental explicar cómo hacemos las cosas, más que para qué. Y quizá es una cosa que falta. Parece que el arte se consume en las intenciones, en lo que pretendes con el arte, pero el arte tiene un proceso en el cual tú vas tomando decisiones que son las que determinan que aquello al final esté bien o no esté bien.
Explicar el cómo.
-Exacto. Lo que te piden es saber qué significa la obra, cuando habría que explicar cuál es el proceso que te ha llevado a hacer esa obra. Es monstruoso que te pidan explicar tu obra, e incide sobre la gente más joven; para acceder a una beca, para exponer, etc,… se les obliga a que tengan que dar una explicación previa de lo que van a hacer; eso es antiartístico. El arte no es la materialización de una idea. Para comunicarnos no necesitamos de significados; lo mejor de la comunicación es que está basada en la malinterpretación: yo te digo algo pero solo es un fragmento de lo que te quiero decir, y tú interpretas esa porción de lo que te he dicho desde tu perspectiva, con lo que se genera una cierta malinterpretación.
El error está subestimado...
-El azar es parte de la creación artística. El artista se dice a sí mismo: quiero hacer esto, pero hay que ser consciente de que en realidad tú sabes que quieres hacer otra cosa diferente a la que en principio quieres hacer; pero también has de saber que ese querer hacer una cosa es imprescindible para que el movimiento se inicie.
Madrid, Nueva York, Londres… Y en los últimos diez años, Bilbao. ¿Badiola ha dejado de huir?
-Regresé hace diez años y aquí estoy muy a gusto. A la vuelta me encontré con una ciudad cambiada, una ciudad cómoda que tiene algo que no tiene ninguna otra que conozco: una comunidad artística articulada. Todos los días tengo una conversación o una colaboración con algún artista del entorno. Eso es un lujo.
¿Y hay espacios para exhibir las obras de ese grupo de artistas?
-En los grandes museos es difícil, pero hay otros lugares.
Los grandes museos parecen fijarse más en los artistas consagrados.
-Yo he sido crítico con el Guggenheim, pero creo que el lugar idóneo para la presentación de los artistas de aquí es el Bellas Artes. Cuando estaba Zugaza se había trazado un plan para dar visibilidad a artistas en ciernes, ni principiantes ni muy conocidos. Y creo que el Museo no está cumpliendo esa función. Pero sí, Bilbao tiene infraestructuras para exhibir obra, lo que no hay es un contexto ciudadano que le dé sentido a todo eso.
A usted no le apasiona demasiado exponer.
-Me gusta exponer, pero cuando tengo algo que mostrar.
Pero si no expone no vende, o vende menos…
-El mundo del arte está al albur del capital financiero. Ese romanticismo que podía existir en la época de Chillida… había una naturalidad que tenía que ver con la economía real. Ahora, si el capital financiero decide que hay algunos artistas que les conviene manejar, lo hacen. Y así se pagan 50 millones por una obra de Koons, algo que es desproporcionado.
Ahora que está repasando su carrera, ¿se ha percatado de los momentos ‘clave’ de la misma?
-Sí. Para mí fue importante la exposición que hice en Donostia, en el Koldo Mitxelena (El juego del otro). También fueron importantes los talleres de Arteleku, que impartí junto con Ángel Bados. Fueron importantes, no solo para nosotros, sino para otros muchos artistas; ahora se ha retomado esa idea en Tabakalera. Tampoco puedo olvidarme de Malas formas, que se mostró en el MACBA y en el Bellas Artes de Bilbao.
Si nos centramos en su proceso creativo, ¿en qué momento se encuentra?
-Siento la necesidad constante de pervertir la lógica de las cosas. En mi trabajo siempre ha habido una necesidad de escapar de la técnica. Empecé siendo pintor, pero cuando entré en Bellas Artes me cambié a la escultura; cuando tenía dominada la escultura me pasé a la instalación, luego al vídeo y a la fotografía… Es como una necesidad de huir de lo que sabes. No soy ni fotógrafo, ni escultor, ni pintor. Realmente no sé hacer nada (risas), y me enorgullezco de eso; la capacidad que tengo de equivocarme es infinita, y eso es maravilloso.

domingo, 14 de junio de 2015

El Museo Thyssen hace una revisión actualizada de la producción de Zurbarán





En 2009 la historiadora francesa Odile Delenda presentó en la Academia de Bellas Artes el primer volumen del catálogo razonado de Francisco de Zurbarán, un artista que lleva estudiando tres décadas. Al año siguiente se publicó el segundo volumen. Ya entonces hizo una tremenda purga del millar de obras que se atribuían al artista español: se fijó el corpus zurbaranesco en unas 280 pinturas. Más de 700, pues, perdían su autoría. Desde entonces han seguido apareciendo nuevas obras, lo que hace que Delenda cifre los auténticos zurbaranes en unos 300. Algunas de las más recientes atribuciones se incluyen en la nueva exposición del Museo Thyssen, «Zurbarán: una nueva mirada».
En una farmacia de Sevilla «Pensé que había acabado mi carrera con el catálogo razonado, pero no ha sido así», bromea la comisaria de la exposición, que, junto con Mar Borobia, otra de las comisarias, recorren con ABC la muestra durante el montaje. «Recibo a la semana al menos noticias de un supuesto Zurbarán, pero tan solo uno de cada cien es auténtico». Es el caso de«Aparición de la Virgen a San Pedro Nolasco», fechado hacia 1628-1630. Pertenece a la serie que el pintor realizó para el convento de la Merced Calzada de Sevilla con motivo de la canonización de su fundador. Propiedad de una colección privada, es posible que acabe en el mercado, puesto a la venta por la galería Coatalem de París. Lo mismo que «La Virgen niña dormida» (hacia 1655), en manos de otra galería parisina, Canesso. De este tema cuelgan en las salas del Thyssen tres versiones. La mejor, una del ErmitageLa tercera es un préstamo del Metropolitan.
«Los desposorios místicos de santa Catalina de Alejandría» (1660-1662), de una colección privada suiza, cierra la exposición. Reapareció en 2001. Es la última atribución a Zurbarán llevada a cabo por Odile Delenda en 2012. Posiblemente, se trata de una de las pinturas que se conservaban en su obrador de Madrid cuando murió el 27 de agosto de 1664. Coincide, al menos, con la descripción de uno de sus cuadros que aparece en la testamentaría.
No descarta Odile Delenda que sigan apareciendo obras del artista. Las ha encontrado en una iglesia de Normandía, en un castillo del Loira... y hasta en una farmacia de Sevilla. Seguimos visitando la muestra y surgen más obras que se han ido incorporado al catálogo de Zurbarán. Como un «San Antonio de Padua», descubierto en la iglesia de Saint-Romain de Etreham (a pocos kilómetros de la playa donde se produjo el Desembarco de Normandía) en muy mal estado de conservación. Tras su restauración se certificó que era una obra maestra del joven Zurbarán. Según Delenda, la procedencia de este cuadro sigue siendo una incógnita, aunque cree que pudo formar parte de la colección sevillana de Julian Williams, vicecónsul de Inglaterra, y que pudo llegar a esta iglesia como una donación del conde de Houdetot.
Hay en la muestra más atribuciones recientes:«Huida a Egipto», del Seattle Art Museum; «San Francisco rezando en una gruta», del San Diego Museum of Art; «Cristo crucificado con San Juan, la Magdalena y la Virgen», de la colección Ivor Braka... Pero son muchas más las autorías retiradas. «Mucha gente me dice que por mi culpa su cuadro no es de Zurbarán», advierte Delenda.
Viajan por primera vez a Madrid 23 de las 63 obras expuestas  en el Thyssen. Es el caso de «San Francisco de pie contemplando una calavera», del Saint Louis Art Museum; y «San Blas», procedente de un museo de Bucarest. Ambos pertenecieron al retablo de la iglesia del colegio de san Alberto de los carmelitas descalzos de Sevilla.

El maestro y su taller


Otra novedad de esta muestra es que se dedica especial atención a los pintores que colaboraron con Zurbarán en su taller. No fueron demasiados. Aparecen nombres como Juan Luis Zambrano, los hermanos Francisco y Miguel Polanco, Ignacio de Ríes, Bernabé de Ayala y el Maestro de Besançon. Un caso especial es el de Juan de Zurbarán, segundo de los diez hijos del maestro (se casó tres veces) y discípulo aventajado. Fue un excelente pintor de bodegones. Su producción es muy escasa, y muy codiciada, porque falleció prematuramente a los 29 años. Se cree que hay pinceladas suyas en algunos de los cuadros de su padre.
No es ésta una antológica exhaustiva de Zurbarán. Ya las hubo, y muy importantes, en el pasado. Como la que le dedicó el Prado en 1988. Diez años después hubo otra gran monográfica en Sevilla con motivo del IV centenario de su nacimiento. La muestra del Thyssen se ha planteado como una revisión actualizada, una puesta al día, de la producción de Zurbarán. Viajará en octubre, con algunas diferencias, al Museum Kunstpalast de Düsseldorf, que ha colaborado en el proyecto.En una sala de la muestra se confrontan obras de ambos. Un excepcional «Bodegón con cacharros», cedido por el MNAC; «Carnero con las patas atadas» y «Agnus Dei», todos ellos del padre, se miden con espléndidas naturalezas muertas de su hijo. Como «Peras en cuenco de porcelana», del Art Institute de Chicago.
Aunque la pintura religiosa es el eje central de su producción –apenas hizo retratos, pero hay buenos ejemplos en la muestra–, Zurbarán es mucho más que un pintor de monjes. Ha cargado con ese sambenito, lo mismo que Murillo como pintor niños y pajaritos. «Fue Murillo quien copió a Zurbarán y no al revés», puntualiza Delenda. Gran amigo de Velázquez, Zurbarán también participó en la decoración del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. Ambos estudiaron en Sevilla. El color albero de las paredes de la muestra es un guiño a esta ciudad donde Zurbarán –nacido en 1598 en Fuente de Cantos (Badajoz)– vivió gran parte de su vida.

Un pintor moderno


Para Mar Borobia, las pinturas de Zurbarán «siguen hoy comunicando, te hablan... Eso me fascina de él. Se dice que sus pinturas son oscuras, pero es un gran colorista... Y también destacaría su modernidad». Odile Delenda se suma a todo ello:«Se decía que era un pintor torpe, que no tenía imaginación. No hay nada de cierto en ello». Subraya los detalles secundarios de sus composiciones que se tornan protagonistas de sus lienzos: las telas de las santas, los objetos cotidianos, los pies sucios del Cristo Crucificado... «Son pies de haber andado, de haber sufrido –dice Odile Delenda–. Sus Cristos, como los de Velázquez, no sangran mucho». Y una curiosidad: Zurbarán firma algunos de sus cuadros, como «San Serapio» y «San Francisco en meditación», en un papel pinchado en la pared.
Entre las obras maestras presentes en la exposición, las comisarias destacan «San Serapio», pintado en sus años de juventud y el segundo firmado conocido. Ha sido cedido por el Wadsworth Atheneum Museum of Art. Solo se había visto una vez en España y fue hace 50 años. También, «La adoración de los Magos», del Museo de Grenoble;«El martirio de Santiago, del Prado, que ha sido restaurado; «San Francisco en meditación», de la National Gallery de Londres... Además de préstamos de grandes museos internacionales, también los hay de importantes colecciones privadas españolas (Abelló, Arango, MasaveuVillar-Mir...) Muchos de ellos los adquirieron fuera de España

BLANCA ORAA MOYUA

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