La presencia del artista chino Ai Weiwei en Londres para supervisar una gran retrospectiva sobre su trabajo le dio un toque muy particular a la exhibición que se abrió el 19 de septiembre en la Real Academia de Artes (Royal Academy of Arts).
La exhibición explora los últimos 20 años de su trabajo, incluyendo piezas políticas relacionadas con su arresto, en 2011, y el devastador terremoto de 2008 en la provincia de Sichuan.
Una de las obras, S.A.C.R.E.D. de 2012, está compuesta por seis dioramas titulados: Cena, Acusadores, Limpieza, Ritual, Entropía y Duda.
Se trata de una instalación muy conmovedora porque muestra gráficamente cómo era la vida de Ai mientras estaba detenido en su país.
El artista, crítico del gobierno de su país, fue detenido en China a inicios de abril de 2011 a su llegada al aeropuerto de Pekín.
Las autoridades lo habían acusado de delitos económicos.
Según la policía china, la compañía controlada por el artista -Beijing Fake Cultural Development Ltd- evadió grandes cantidades de impuestos y destruyó las pruebas de sus cuentas.
Su arresto fue rechazado por líderes de la comunidad internacional, así como por representantes del mundo de las artes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China insistió en que la detención de Weiwei -que se produjo en medio de clic uno de los más grandes ataques contra activistas en años- "no tenía nada que ver con los derechos humanos o la libertad de expresión".
Will Gompertz, editor de Arte de la BBC, recorrió la exhibición con el artista, considerado por muchos críticos como uno de los principales artistas del siglo XXI.
"La exposición es poderosa, conmovedora y hermosa. Sin embargo, lo mejor de ella es el hecho de que este importante artista pudo venir a Londres a supervisar la instalación de sus obras. He aquí un hombre que está tratando de cambiar el mundo para mejor: no a través de la violencia, o de un partido político o intereses comerciales internacionales, pero a través del arte", señaló el periodista de la BBC.
Nacido en 1957 en Pekín, el artista es hijo de uno de los poetas más famosos de China, Ai Qing, un miembro del Partido Comunista hoy venerado a pesar de haber sido enviado a un campo de trabajo durante la Revolución Cultural.
Ai Weiwei ha jugado un papel clave en el arte contemporáneo chino en las últimas dos décadas y ha expuesto sus obras en todo el mundo.
A pesar de sus ideas contestatarias y su residencia en Estados Unidos entre 1981 y 1993, el gobierno chino acudió a su creatividad y prestigio antes de los Juegos de 2008 al pedirle que fuera asesor artístico en el diseño del estadio olímpico de Pekín, conocido como "El Nido".
Inicialmente el gobierno británico le había negado a Ai Weiwei una visa por seis meses, por lo que para muchos amantes del arte su asistencia parecía descartada.
No es la primera vez que se abre una exhibición con obras de Ai Weiwei en Londres. Por ejemplo, en 2011, cuando se desconocía su paradero, la TATE Modern presentó su instalación Semillas de girasol y simultáneamente Somerset House tenía una exposición.
Se prevé que la exhibición en la Real Academia de Artes cierre sus puertas el 13 de diciembre.
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