Michael Elgreen e Ingar Dragset vienen desarrollando su trayectoria artística en colaboración desde que se conocieran en 1995. Aunque sus trabajos iniciales se desarrollaron sobre el formato performance, la mayor parte de su obra transita por el lenguaje de la escultura que posteriormente se verá amplificado a la ocupación de grandes espacios y la recreación de arquitecturas o ambientes.
Probablemente el tema vertebral de su expresión artística sea la homosexualidad contemplada no sólo desde el activismo, sino desde la crítica, siempre impregnada de grandes dosis de sarcasmo, con algunas de las costumbres sociales y lugares comunes asociados. En sus manos, un urinario —objeto icónico tanto para el arte contemporáneo como para la cultura gay— es instrumentalizado para tratar asuntos como el matrimonio o la promiscuidad.
Otro de sus puntos de interés son los mecanismos relativos al arte contemporáneo. De tal modo, cuestionan el cubo blanco como espacio expositivo oficial y lo entierran, lo cuelgan de globos para hacerlo flotar, lo ondulan como un tobogán o rompen las paredes para abrirlo al exterior. Claro ejemplo de ello pudiera ser su aclamada intervención de 2005 para la Fundación Marfa, donde construyeron una tienda Prada en mitad del desierto de Texas.
El desarrollo natural de su trabajo les ha llevado a realizar obras cada vez mayores y más complejas hasta recrear espacios que, a primera vista, pueden parecer reales: una estación del metro del Nueva York de la década 80 en los albores del SIDA —End Station, 2005—, los distintos lugares de la sociedad del espectáculo —The Welfare Show, 2005— o un completo edificio de viviendas dentro del museo a disposición del espectador curioso —The One & The Many, 2010—.
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