La final de la Champions del arte siempre se repite: Realismo contra Abstracción. Sobre el terreno de juego, la estrategia de los realistas, vestidos de azul, es mourinhista, o sea que plantan el autobús en el área y amarran el resultado: cualquier forma es buena si expresa con exactitud lo que el artista ve (sea bello o feo). En frente, el equipo rival, viste de negro y es valdanista, con un despliegue sobre el campo que evita lo previsible y se relame en sus formas expresando la más profunda individualidad. Cada jugador es libre de elegir la forma que le salga del interior (pasando de la realidad).
Kandinsky. Una retrospectiva es una de esas finales. La exposición que inaugura el Centro Centro Cibeles de Madrid -del 20 de octubre al 28 de febrero-, con cerca de 100 obras maestras de la obra del pintor ruso (1866-1944), entre lienzo, acuarela y grabado, procedentes del Centre Pompidou de París es el partido más importante del otoño artístico. El precursor de la abstracción es una figura clave en la Historia de la Pintura, un enorme paso en la de la Humanidad, tan importante como repudiado. ¿Por qué? ¿Por qué en Selectividad, entre Amarillo, rojo y azul de Kandinsky y el Pantocrator de San Clemente de Tahüll, elegimos la lámina del último?
1. Porque es libre
Kandinsky escribió mucho para defender su visión y el camino que había tomado, el de la libertad. Un siglo y medio después de su nacimiento, Kandinsky sigue defendiéndose por escrito (en Punto y línea sobre el plano, De lo espiritual en el arte) para explicar el camino que tomó, el de la libertad. La fuerza que impulsa al espíritu humano hacia delante es el espíritu abstracto, apuntó en La gramática de la creación. El futuro de la pintura. Pero: “La condición es hacerse entender”.
Quería ser popular, quería que la “llamada” fuera posible. Sin embargo, hay una “mano negra” que intenta “destruirlo”, que siembra “el miedo al camino libre, el miedo a la libertad y la sordera con respecto al espíritu”. Kandinsky lamenta que los hombres reciban hostilmente cualquier valor nuevo. “Se pretende combatirlo con burlas y calumnias. Al que instaura este valor se le presenta como un individuo ridículo y grosero. La gente se ríe del valor nuevo, se le insulta. Es el lado siniestro de la vida”. El lado contrario al resentimiento, “la alegría de la vida”.
2.Porque es como un niño
“Para el artista no hay más que una sola receta: la honestidad”, pero ¿y para el público? Kandinsky habla del “genio infantil” como una fórmula ilimitada y honesta que termina perdiéndose por la crítica y el maltrato de los adultos: “Tu monigote no puede caminar, porque sólo tiene una pierna”, “tu silla está del revés, no nos podemos sentar en ella”, ironiza el pintor. En sus dibujos valora la actividad inconsciente, el esquematismo y la espontaneidad.
“El artista, que durante toda su vida se parece mucho al niño, está a menudo más capacitado que otro para percibir la resonancia interior de las cosas”, escribió. No es extraño que considerase como enemigos a la academia y a la crítica de arte. El pintor pide al espectador que olvide sus deseos por un instante, sus pensamientos y sentimientos también. Que no tienda a la limitación, que se libere. “No debemos rechazar nada sin un encarnizado esfuerzo por descubrir la vida”.
3. Por miedo a la anarquía
Con Kandinsky el arte abandonó la tierra firme. La costumbre del público, dice, de prestar atención a la forma lo confunde y le impide “sentir la obra de arte con un espíritu libre”. La abstracción es libre y exige serlo para contemplarla. El realismo trata la apariencia del objeto, una belleza convencional, pero para el pintor cada vez somos más capaces de entender el mundo sin añadirle belleza. “El elemento estético reducido al mínimo debe ser reconocido como el elemento abstracto más poderoso”.
De ahí que mucha gente habló (y habla) de anarquía para calificar su obra, que es el mismo reproche que se le hacía (y hace) a la música contemporánea. “Esta gente cree asistir sin razón a una convulsión desordenada. La anarquía implica método y orden”. Kandinsky zanja este debate de una manera tajante: “Basta con decir: todo está permitido”. Al menos, aclaraba, hasta los límites de la prohibición.
4. Porque tiene contenido
“No puede existir obra de arte sin contenido”. Y sin embargo se le critica a la pintura abstracta la entrega a la forma y el menosprecio por la miga. Para la pintura y los pintores abstractos el contenido es “la vibración del alma”. Sin ese elemento interior, sin el contenido, “si valoramos de una manera puramente exterior y fría” el arte, “las obras abstractas están muertas”.
5. Porque es espiritual
“La forma es la expresión exterior del contenido interior”. La resonancia del alma tiene mayor amplitud que la realidad. La forma sólo sirve para expresar lo que se quiere comunicar, no para reflejar lo que se observa. De hecho, lo nuevo no era lo importante para este pintor: el objetivo de Kandinsky era la comunicación (no el aislamiento) de su “espíritu”. “La necesidad crea la forma. Algunos peces de las grandes profundidades no tienen ojos. El elefante tiene una trompa. El camaleón cambia de color, etc.”, añade.
En la forma está la personalidad del artista, pero aclara que eso no significa que sea la mejor para el resto. “Es decir, que no hay que hacer de la forma un uniforme. Las obras de arte no son soldados. En el artista, una misma forma puede ser una vez la mejor, y otra la peor. En el primer caso procede de la necesidad interior, en el segundo de la necesidad exterior: de la ambición y de la codicia”, cuenta el pintor. Observar a Kandinsky es descubrirse a uno mismo al cuestionar nuestro el respeto por la diversidad y la diferencia.
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