sábado, 28 de marzo de 2015

Miralda, premio Arte y Mecenazgo





Desde mediados de los sesenta, Antoni Miralda (Terrassa, Barcelona, 1942), no ha dejado de sorprender al mundo del arte contemporáneo con sus instalaciones y ceremoniales públicos. La suya ha sido una manera arriesgada y solitaria de vadearse en un mundo en el que siempre se ha sabido mover en los márgenes y que, contra todo pronóstico, le ha valido el logro del premio Arte y Mecenazgo 2015 que impulsa La Caixa y que tiene una dotación de 90.000 euros y una escultura de Miquel Barceló. El premio para la categoría de galerista ha sido para CarrerasMúgica, un establecimiento situado junto al Guggenheim que resiste casi de manera heroica los embates de la crisis y que se han especializado en poner en valor la herencia de la cultura vasca en los jóvenes artistas. La Fundació Sorigué de Lleida, creada por Julio y Josefina Sorigué, ha conseguido el primer premio en la categoría de coleccionistas. Los premios han sido dados a conocer durante un almuerzo en la sede madrileña de CaixaForum y serán entregados el 26 de mayo.
Elisa Durán, directora adjunta de La Caixa y Mercedes Basso, directora general de la Fundación Arte y Mecenazgo han señalado que los galardones introducen un elemento innovador al incidir de forma global en toda la cadena de valor del arte, sumando, al reconocimiento del trabajo de los artistas, el de galeristas y coleccionistas, figuras fundamentales para el desarrollo de la creación artística. “Son unos premios”, explica Basso, que representan el agradecimiento que la sociedad siente por su rigor, compromiso y generosidad.
Como en las anteriores ediciones, la dotación del premio sirve para desarrollar un proyecto por parte de cada uno de los premiados. Antoni Miralda, de quien el jurado destaca que crea un arte universal tan ingenioso y versátil como divertido, bromeó diciendo que el premio (y su cuantía) es como la caída del maná, algo que de pequeño no sabía si existía pero que siempre le tuvo fascinado. “Con este maná voy a poner en marcha un proyecto que tengo desde hace cinco años y que es un libro de autor en el que quiero incorporar las imágenes y reacciones a todas esas acciones que he protagonizado desde hace más de cuarenta años”.
Los galeristas Pedro Carreras e Ignacio Múgica, son un referente en Euskadi, combinando la difusión de artistas internacionales con una decidida vocación de promover y consolidar la proyección de los creadores vascos. Tras lamentar la ausencia de coleccionista de arte contemporáneo en Bilbao y las dificultades del sector, aseguraron que su proyecto consistirá en trabajar con artistas que utilizan materiales como los vegetales o la tecnología. Miralda, con su eterno moño alto y desgreñado contó que ha pasado gran parte de su vida trabajando en París, Nueva York y ahora en Miami. “No sé cual es ahora la capital del mundo del arte”, confesó. “Creo que es aquella en la que trabajan los artistas. Yo ahora estoy tratando de poner en marcha un pequeño espacio en La Boquería (Barcelona), en un juego con la comida y estaré en la bienal de Milán.
La singularidad de la Fundació Sorigué está en el proyecto Planta en su complejo industrial de Lleida, ideado como punto de encuentro para el talento y la creatividad, que se unirá orgánicamente a su entorno. El edificio, cuya construcción se inició en el segundo trimestre de 2014, será un espacio dedicado a la producción artística multidisciplinaria y el nuevo buque insignia del grupo empresarial. Sus 1.400 obras de arte contemporáneo internacional se mostrarán en un entorno de plena actividad industrial como lugar de intercambio y promoción del conocimiento.

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BLANCA ORAA MOYUA

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