Si bien la exposición Círculo de animales/Cabezas de zodiaco de Ai Weiwei (Pekín, 1957) se inauguraría hace más de un mes en el Museo Nacional de Antropología, la docena de esculturas de bronce se montaron apenas la noche del lunes pasado, y el recinto abrió el martes con las obras en la explanada principal.
Incluso en la página oficial del proyecto se anunciaba la inauguración para el 22 de mayo, fecha que se recorrió sin motivos claros. “De parte del Museo Nacional de Antropología hubo una serie de documentos que hemos redactado entorno al medio siglo del museo, y quizá en algún momento se habló de esa fecha, pero no; abrimos como teníamos previsto en los últimos tiempos; abrimos el martes con las piezas ya montadas”, dijo Antonio Saborit, director del recinto que presenta la muestra en el marco de su 50 aniversario.
Al comentar que la fecha fue cambiando por “distintas contingencias”, el historiador también explicó que no se planeó una ceremonia de inauguración porque se “ensayó” otra estrategia de difusión a través de las redes sociales. Entonces, a partir del martes se anunció la muestra sólo por Twitter y Facebook a fin de generar nuevos públicos.
“El Museo Nacional de Antropología recibe anualmente más de dos millones de visitantes al año, y puedo asegurar sin temor a equivocarme que poco influye en esta afluencia la ceremonia de una inauguración. El río de visitantes del Museo Nacional de Antropología tiene esta característica: vienen porque es un lugar obligado, es un lugar que hay que conocer, y nos interesa crear nuevos públicos entonces lo que ensayamos en esta ocasión fueron las redes sociales”, detalló en entrevista.
Para Saborit el montaje de las esculturas de más de cuatro metros de altura y 300 kilos de peso propone un diálogo entre las culturas antiguas de distintos polos; además de referir a la relación entre la cosmovisión prehispánica y el arte contemporáneo que en el recinto se ha establecido a partir de obras como la pintura de Leonora Carrington, Ricardo Martínez o Pablo O’Higgins.
En ese sentido, aun cuando la lectura depende de la experiencia del espectador, las esculturas –colocadas en forma de media luna alrededor de la fuente El paraguas– plantean al museo como un espacio de encuentro entre lenguajes artísticos e históricos.
“Lo que a mí me interesó de manera personal de este proyecto es su carácter de arte público; lo que captó mi atención fue la riqueza de sentidos que adquiere la pieza en un espacio público, y me pareció que el patio central del museo ofrecía un escenario idóneo en términos físicos para construir estos diálogos entre culturas”, añadió de las piezas que permanecerán hasta finales de diciembre.
Las 12 cabezas de animales del zodiaco están inspiradas en la fuente-reloj del palacio de verano de Yuaming Yuan, un complejo construido en el siglo XVIII por la corte china, pero que durante la Segunda Guerra del Opio en 1860 fue destruido. En ese sentido, Ai Weiwei plantea una crítica al saqueo y repatriación de los bienes culturales de las naciones conquistadas.
Las esculturas son reinterpretaciones de las cabezas de animales diseñadas por dos jesuitas de la dinastía Qing, y que al traerse a la escena del arte contemporáneo remiten a la idea de espacio y poder de la cultura china.
Así en la explanada se mira la rata, el buey, el tigre, el conejo, el caballo y el mono, entre otros; piezas que se distinguen por el detalle de sus rasgos y por la precisión de las facciones de cada animal, y a pesar de no usar más color que el bronce, gozan de un sentido realista.
Ai Weiwei creó la serie en 2010 para el parque de la Fuente Pulitzer en Manhattan, Estados Unidos, y desde entonces las ha presentado en galerías y museos de Londres, Taipei y Los Ángeles, Miami, Toronto, Ucrania; después de México, las piezas se montarán en la Universidad de Harvard y Princeton.
“En nombre de la libertad de expresión, las esculturas exploran la experiencia compartida del saqueo de los bienes culturales de México y China. Se exhiben en el Museo Nacional de Antropología, en lugar de en un museo de arte contemporáneo, y apunta a la historia compartida de los saqueos culturales”, señala la organización de arte contemporáneo chino AW Asia, que promueve el proyecto.
La instalación montada en el MNA adquiere mayor resonancia porque México comparte con China una historia de saqueo de su patrimonio. Mientras en los jardines de Yuaming los británicos se robaron las esculturas, nuestro país sufría el Segundo Imperio, cuando franceses y españoles se llevaron piezas de arte prehispánico.
“La manera como la leemos o nos apropiamos de ellas siempre es un tanto impredecible. El artista puede tener una intención original muy precisa con la obra, pero en el momento en que la pieza, o una novela, el poema o la composición musical, empieza a circular nosotros nos apropiamos de ella. En este caso la clave inicial está en enfatizar este otro rasgo del museo, como un espacio donde se entabla un diálogo entre culturas distintas”, añadió Saborit.
¿Dónde y cuándo?
La exposición Círculo de animales/Cabezas de zodiaco, de Ai Weiwei, se exhibe hasta diciembre en el Museo Nacional de Antropología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario