jueves, 22 de noviembre de 2018

Ai Weiwei, el activista Chino en la UNAM



El artista chino Ai Weiwei (1957) ha sido ampliamente difundido por sus colaboraciones con los arquitectos suizos Herzog & de Meuron como asesor artístico en el Estadio Nacional de Pekín para los Juegos Olímpicos de 2008, por su famosa obra donde destruyó un jarrón de la dinastía ming, pero poco por sus escritos, que a mi parecen no sólo son críticos sino también son rotundamente filosóficos.
Sin mencionar que el padre de Ai, Ai Qing es uno de los mejores poetas chinos del siglo XX, quien  fuera acusado de intelectual derechista por el régimen de Mao Zedong y fue desterrado, primero al noreste del país, y posteriormente, a la región musulmana de Xinjiang, en el oeste. Uno de estos textos es “Cómo funciona la censura” escrito para el New York Times, donde el también activista escribe sobre la censura que ha sufrido de parte del gobierno chino desde sus comienzos como artistas.





La vida en China está saturada de simulación. La gente finge ignorancia y recurre a ambigüedades. En China, todos saben que existe un sistema de censura, pero se habla poco de por qué existe. A primera vista, la censura parece invisible, pero su omnipresencia, que desdibuja los sentimientos y percepciones de las personas, crea límites en la información que reciben, la que seleccionan y a la que recurren.
El contenido que ofrecen los medios estatales chinos, tras ser procesado por los censores políticos, no es información libre. Es información que ha sido seleccionada, filtrada y a la que se le ha asignado su sitio, por lo que se restringe de manera inevitable la voluntad libre e independiente de los lectores y observadores.



El daño de un sistema de censura no solo consiste en empobrecer la vida intelectual; también distorsiona el orden racional en el que se comprenden el mundo espiritual y el natural. El sistema de censura confía en privar a una persona de la percepción necesaria para mantener una existencia independiente. Nos priva de tener acceso a nuestra independencia y felicidad.
El discurso censor elimina la libertad de elegir qué internalizar y expresar a los demás y esto inevitablemente provoca que la gente se deprima. Dondequiera que domina el miedo, se desvanece la verdadera felicidad, y la fuerza de voluntad individual se agota. Los juicios se distorsionan y la racionalidad comienza a desaparecer. El comportamiento colectivo puede volverse errático, anormal y violento.





Eso es lo que tenemos en China: una mayoría autosilenciada, aduladora de un régimen poderoso, muestra resentimiento contra gente como yo, que habla y se muestra resentida por partida doble porque sabe que su degradación es autoinflingida. Por lo tanto, la defensa propia se convierte en una actitud comodina.”
Weiwei ha criticado abiertamente al gobierno chino por su postura respecto a la democracia y los derechos humanos. También ha investigado corrupción gubernamental y encubrimientos en China, particularmente el caso del derrumbe de escuelas en Sichuan tras el terremoto de 2008.​ El 3 de abril de 2011 fue detenido en el aeropuerto internacional de Pekín, estuvo bajo arresto durante 81 días sin cargos oficiales, y funcionarios aludieron todo a “delitos económicos”.





El arte de este peculiar artista llegará a México en el marco del festejo del décimo aniversario del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM, que llegará para 2019.
Los directores del recinto comentaron que la exhibición es un pendiente para 2019 de abril a octubre. La muestra ocupará la sala más grande del museo, una parte sobre la dinastía Ming y otra dedicada a problemas actuales de México desarrollada con piezas de Lego.



Ai estudió en la Academia de Cine de Beijing, y luego fue parte del grupo artístico Stars (1979). En los 90 vivió en Estados Unidos. En China y en diversos países del mundo ha realizado varias exposiciones y curadurías. En 2016 y a través de su cuenta de Instagram, el artista compartió fotos de su recorrido por el Barrio Bravo de Tepito en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Reconocido por su compromiso con la defensa de los derechos humanos, el artista, curador y realizador cinematográfico traerá la reconstrucción del templo de la dinastía Ming, con 400 años de historia, que fue destruido. Ai Weiwei, además, se reunió con los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y visitó Ciudad Neza y Ecatepec.





Ai Weiwei en MUAC – UNAM

¿Dónde? Insurgentes 3000, Ciudad Universitaria, 04510 Ciudad de México, CDMX.
¿Cuándo? Abril 2019
Entrada libre



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