Catálogo de la exposición:Textos de Blanca de la Torre, Maite Garbayo, Omar Pascual Castillo y Sayuri Guzmán, y poemas de Regina José Galindo. Actividades:Viernes 27 de enero20.00 horas Estreno - Performance Piel de gallina. de Regina José Galindo Sábado, 28 de enero12:30 h. Charla entre Regina José Galindo y Blanca de la Torre Desde el sábado 28 de enero hasta el domingo 5 de febrero Ciclo de cine El factor subjetivo. Regina José Galindo (1974, Ciudad de Guatemala), comienza su desarrollo artístico como poeta, y será en 1999 cuando comience a trabajar con su cuerpo de un modo más directo, al adoptar la forma de la performance como principal medio de expresión. Su obra nos introduce en problemáticas de la sociedad actual, en una realidad descarnada, a través del discurso de su propio cuerpo, por medio de una serie de acciones igual de descarnadas, extremas y cargadas de simbolismo, que llevan a la artista a colocarse en situaciones límite y que implican puntos de reflexión intensos para los espectadores. Sus acciones actúan como potentes agitadores del observador, y el impacto es innegable. Pero al mismo tiempo actúan como rituales personales, como una elegía, como pequeños homenajes hacia una colectividad víctima de una realidad social, de un abuso, de una injusticia. En sus propias palabras, Regina utiliza el cuerpo para ser reflejo de otros cuerpos. La piel de gallina es una manifestación humana producida por estímulos externos como el frío o internos como la emoción, por la cual el musculus erector pili, curiosamente también llamado «músculo horripilante», se contrae y se eriza el pelo. Este título nos remite a la literalidad de la emoción suscitada por las obras de la artista, pero también a la propia piel, a lo matérico y a lo humano de su trabajo. Piel de gallina es un viaje de la palabra a través del cuerpo, un viaje que se articula a través de cinco salas, despertando el musculus erector pili en el espectador. El primero de los ámbitos responde a la elocución, a un concepto de discurso en el que la palabra se erige en protagonista de la obra, comenzando por Lo voy a gritar al viento, de 1999, donde la artista se colgó de un puente de la ciudad de Guatemala para gritar públicamente sus poemas. De aquí pasaremos a un espacio dominado por la metáfora, donde se nos muestra la Regina más poética, a través de una serie de obras en las que el cuerpo de la artista se desdobla en una suerte de álter ego para ponerse en la piel del otro alterado, del sufriente, del otro sometido a la injusticia. En este apartado ya comienzan a entrar en juego conceptos clave en el ámbito de la performance como la melancolía: la asociación entre identidad, melancolía, repetición y performance. Al pasar a la siguiente sala nos adentramos en la Regina más carnal, o más bien más descarnada. Una serie de piezas donde la fisicidad de la tortura nos acerca al trauma de la muerte de uno mismo, asociado con la muerte de los otros. El espacio central nos habla de la superación de algunos traumas históricos a partir de una reconstrucción ficticia en torno a la Bienal de Venecia. Galindo ha sido seleccionada para mostrar su obra en esta muestra en cuatro ocasiones, y su trabajo le llevó a ganar el prestigioso León de Oro. Una reproducción de este, realizado con posterioridad, articula la sala desde su posición central, a fin de plantear toda la serie de cuestionamientos que el hecho de participar en esta Bienal en concreto conlleva, el cambio radical que la participación de un artista en este tipo de eventos representa para su trayectoria, así como la serie de contradicciones que esto implica. Finalmente, el último ámbito se centra en el concepto de «transmisión», en depositar parte de la acción en «el otro», ese «otro» como agente activo, bien como el vehículo sobre el que recae directamente la acción, como un personaje más de la trama -entendiendo trama como acción artística-, o como agente sin el cual dicha acción permanecería totalmente desactivada. Aquí se encuadra también la performance que la artista realiza bajo el título homónimo Piel de gallina, en el que permanecerá durante toda la inauguración en el interior de un refrigerador mortuorio, y los espectadores podrán abrir la cámara en cualquier momento y contemplar el proceso de transformación de su piel provocado por el frío. Esta acción será grabada y posteriormente mostrada como una pieza más de la exposición. |
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